Todas las buenas relaciones empiezan y acaban con el respeto hacia el espacio del otro ser con el que quieres compartir tu tiempo, así que ya sabes, mucha paciencia con mucho amor.
Consejos para una buena relación entre tu bebé y tu perro o gato
Antes de nacer tu bebé
Prepararnos los que ya estamos aquí, y preparar a los que están por venir, es primordial para conseguir relaciones de paz en nuestras casas.
Habla con tu perro o gato
No, no estamos locas… ve contándole mientras te tocas la tripa que viene un nuevo compañero al que tiene que cuidar. Quizás no entiendan todas las palabras, pero el tono y la intención la entienden a la perfección, así que ¡no seas tímid@ y habla con él/ella!
Nuevos espacios
Si vas a tener habitación propia para el bebé déjale que entre en ella libremente. Si cierras la puerta y se la vetas, más querrá entrar y menos entenderá ese espacio, déjale que también lo haga suyo y se sienta tranquilo en él. Y si aún así en algún momento necesitas que salgan de la habitación usa las chuches o premios para llevarles fuera y que así relacionen esa salida con algo rico y bueno.
Ejercicios de olfato
Déjale que vaya oliendo las cosas que serán de tu bebé como cuna, carro, ropita, juguetes… Así lo identificará como “las cosas del bebé” cuando las uses con este.
Después de nacer tu bebé
Bebés que no andan y sus perros o gatos
Tranquilidad, tranquilidad y tranquilidad
Recuerda que tanto perros como gatos son animales muy emocionales y captarán tus estados nerviosos casi antes de que lo hagas tú, así que el mejor consejo para todas las situaciones estresantes con un bebé (y para la vida en general) es mucha naturalidad y tranquilidad.
Acercamientos
Deja que tu compañero animal se acerque despacito a tu bebé y lo huela, será la mejor forma de que lo reconozca como un miembro más de su manada.
Nuevos sonidos
A veces los perros y gatos de la casa se asustan con los sonidos de los bebés, especialmente con el llanto, pero si intentas relacionar esos momentos que ves que le resultan estresantes a tu compañero animal con cosas positivas, al final se acostumbrará a ellos. Prueba lanzarle unos de sus juguetes favoritos, o darle algo rico de comer y así relacionará esos sonidos con cosas buenas para él.
No te olvides
Sabemos que tu hijo o hija es lo más importante de tu vida, y sabemos el cansancio que vas a tener, y también sabemos que tu bebé ocupará el 90% de tu tiempo, pero… por favor, por favor, por favor, no te olvides de tu compañero animal.
Hasta la llegada del bebé, tu animal fue el centro de tu mundo y tu único “bebé”, y tanto perros como gatos son animales altamente sensibles con los cambios en el hogar, con el cambio de compañeros y el cambio de espacios. Y si a eso le añadimos un cambio en “la cantidad de mimos a recibir” eso puede producirles problemas de tristeza, falta de apetito o incluso celos.
Demuéstrale a tu animal que sigue siendo parte importante de la familia y que sigue tan integrado como siempre, no le dediques sólo el tiempo en el que el bebé está tranquilo o dormido, tenéis que conseguir que las nuevas actividades cotidianas con el bebé se integren con las de vuestro perro o gato: pasead junt@s, los de 2 y 4 patas ;), dale caricias o juega con él mientras estás con el bebé, jugad tod@s junt@s, dale chuches ricas, y naturales claro ;), cuando estáis todos juntos y haga algo que te gusta…
Todas estas cosas harán que tu compañero animal haga una relación positiva entre el bebé y las cosas que más le gustan. En una familia tod@s necesitamos que se nos dedique tiempo, animales humanos y no humanos también. Recuerda que tu perro o gato sólo te tiene a ti.
Niños, niñas y sus perros o gatos
La relación que tu bebé desarrollará con vuestro perro o gato dependerá 100% de ti o vosotr@s, pero no te agobies, es más sencillo de lo que parece y además recuerda, tus peques siempre imitan lo que sus papás o mamás hacen así que ahí ya tienes ganado casi el 80% del trabajo.
Respeto del espacio
En muchos casos los papás o mamás están más preocupados por el qué puede hacerle el perro o gato al bebé que al revés. Y en realidad a los que más hay que vigilar es a los peques.
Un bebé que empieza a gatear va a sentir una tremenda curiosidad por ese “juguete vivo” que anda por la casa, pero es precisamente a los bebés a los que hay que enseñarles a respetar el espacio y el tiempo de sus compañeros animales y así evitar situaciones indeseadas.
Acercarse despacio, hablar bajito, manipular solo si el animal quiere e incluso no acercarse si el animal no quiere compañía en ese momento. A nadie nos gusta que nos agobien.
Zonas sensibles
El rabo y las orejas son zonas muy sensibles, al tocarlas o agarrarlas el animal puede asustarse mucho. Hay que enseñar a los peques a manipular a sus compañeros de 4 patas.
Pero si tu bebé se acerca y el animal le deja tocarle prepárale una buen snack o premio para decirle que lo ha hecho muy bien, y que si sigue así de tranquilo con el bebé, ¡recibirá muchas más!
A tod@s nos gustan que nos digan lo bien que hacemos las cosas.
Que te vean venir
A cualquier animal del planeta hay que acercarse siempre de frente, que te vean, y nunca por detrás donde ellos no te ubican, desde donde no se dan cuenta del acercamiento y por lo tanto puede ser peligroso por la reacción del animal al asustarse.
Las cosas siempre de frente.
Abrazos
Los peques suelen ser personitas muy cariñosas y a veces no miden ni las distancias ni la fuerza. Enséñales a dar abracitos tranquilos y flojitos y siempre respetando si el animal está receptivo o no. No invadamos su espacio 😉
Frustraciones
Los peques a veces se frustran cuando reciben un “no” por respuesta o directamente no consiguen lo que quieren, y con los animales no iba a ser diferente. Pero los adultos les tenemos que enseñar que no siempre los animales quieren estar con ell@s, o jugar con ell@s, y hay que respetar también sus decisiones.
Los animales, al igual que las personas, necesitan a veces su espacio, su tiempo, su silencio y su momento de paz.
Profesionales
En el caso de que la adaptación y la convivencia se compliquen o simplemente no se adecúe a lo que necesitas, por favor contacta con un/a profesional para enseñaros pautas.
Y sobre todo y ante todo disfruta de tu nueva gran familia
dedicándole espacio, tiempo y mimos a todos y cada uno de sus miembros, incluid@ tú.
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